viernes, 22 de mayo de 2015

Espero, amo, quiero y aborresco (Cuento Erótico)

  Era una vez un joven llamado Roberto que desde que era niño soñó con ser maestro de grande. A este chico se le facilitaba mucho la escuela y le gustaba tanto que hizo el tercer grado de primaria cuatro veces, pues asta allí podía llegar por su nivel de economía que era tan bajo.
       Un día decidió salirse de estudiar para trabajar y ahorrar para después seguir estudiando. Trabajó dos años hasta que su familia se recuperó un poco e ingresó de nuevo en la escuela el tercer grado de primaria pero los maestros miraron que lo que daban en ese grado él lo sabía perfectamente así que decidieron pasarlo a cuarto pero sucedió lo mismo, lo pasaron así hasta sexto grado. Él cumplía ya los 14 años de edad cuando terminó la primaria. Roberto quería ingresar a la secundaria pero pues su economía no lo permitía, entonces fue y platicó con el director de la escuela secundaria y como lo miró con mucho entusiasmo y ganas de estudiar lo aceptó. 
      Al casi terminar la secundaria estaba pensando en cómo le aria para seguir estudiando en la preparatoria. Al terminar tercero de secundaria salió a buscar trabajo cuando de pronto lo miró una mujer muy presentable y le dijo:
         -¿Qué es lo buscas muchacho tan guapo?-
         -Estoy buscando trabajo para así poder pagar mis estudios- contestó Roberto- gracias por la flor.
  La mujer estaba casada con un narcotraficante y pues tenía mucho dinero.
        -Yo te puedo dar trabajo en mi casa ya que es muy grande- dijo la mujer llamada Carlota
       -Pero, ¿en que, para que puedo serle útil?  
       -Tú no te preocupes por nada, te espero en mi casa mañana a las diez de la mañana- contestó Carlota.
    Al día siguiente como habían acordado, Roberto llegó un poco antes de las diez de la mañana, Carlota ya lo esperaba, y cuando entró a la casa le dijo:
       -Eres muy puntual papacito, ahora ve y asea mi recamara-.
     Cuando Roberto haciendo su trabajo en la racamara de Carlota, Carlota llegó semidesnuda entró a la recamara, cerró la puerta y comenzó a coquetear con Roberto.
  -Roberto, ¿alguna vez te han dicho que estás como mango?- pregunto excitada Carlota y tocándose los pechos, mientras Roberto muy nervioso y sacado de onda dijo:
     -tienes un hermoso y muy escultural cuerpo-
     -¿así? ¿te gusta?- preguntó Carlota mordiéndose el labio inferior.
     En eso comenzó Carlota a quitarse lo que traía puesto y se le acercó a Roberto y lentamente fue desabrochando su camisa botón por botón, Roberto muy nervioso dijo:
    -¿Por qué ases esto?, estoy muy nervioso, ¿Por qué te portas así con migo?
    -porque eres muy guapo y estas bien bueno, ahora quiero que me agarres, me toques, me acaricies y me cojas- contestó Carlota.
   Roberto como era joven como cualquier otro joven lo atraían las mujeres, pero él se negaba a coger con Carlota, pero ésta insistía diciendo:
      -o me coges o, ¿acaso no te gustan las mujeres?-
   Esto se lo dijo para ponerlo a prueba.
  -pongamos esto más interesante –dijo Carlota- si me coges y me ases tuya como te estoy pidiendo pago toda tu preparatoria y de paso la universidad.
  Roberto muy asustado y extremadamente nervioso  y no habiendo otra opción aceptó la oferta, entonces Carlota quitó lenta mente el pantalón y no pensándolo más comenzó la acción del sexo.
    Pasó así un tiempo y cada vez que quería Carlota tener sexo le hablaba a Roberto  y si este se negaba lo amenazaba con no pagarle sus estudios. Un día de noviembre Carlota le dijo a Roberto que estaba embarazada y que ya tenía un mes y medio de embarazo.
    Después de que Carlota tuvo su hijo sometió más a Roberto, no solo quiera que la follara sino que también la acompañara a toda clase de eventos y donde ella quisiera, pero como Carlota tenía su esposo Roberto le dijo:
   -No Carlota, discúlpame pero eso si no puedo-
   -¡¿a no?! Pues entonces no quieres ser maestro como tanto sueñas, ¿vedad?- contestó Carlota muy enfurecida y gritando, en eso comenzó a golpearlo hasta que sangró.
  -dejaré esta mujer tan desgraciada de una buena vez- pensó Roberto.
Pero como la mujer era tan astuta como una zorra le dijo:
     -Si piensas en dejarme, no te apendejes y lo vallas a hacer porque si lo haces le digo a mi marido que has tratado de abusar de mí y te matará-
Entonces  Roberto se sintió acorralado sin saber qué hacer, no la dejó. Pasaron tres años y Carlota tuvo otro hijo más.
   Roberto iba ya a ingresar a la universidad y estaba muy tristemente contento porque podría lograr lo que quería de una forma que no le gustaba.
   Roberto fue, hizo el examen de admisión para la universidad y al regresar se enteró de que el esposo de Carlota había muerto, lo mataron en un enfrentamiento.
   -esta es mi oportunidad para librarme de esta pinche vieja zorra-pesó Roberto. Y la dejó y como Carlota ya no tenía dinero ni con que someter más a Roberto pues no pudo detenerlo.
   Roberto entró a la universidad y también tuvo que conseguirse un trabajo para mantenerse.
  Ahora con su sueño ya cumplido de ser maestro, apoya económicamente a Carlota y sus hijos y él está muy contento por lograr su sueño y librarse de esa mujer tan malvada y perversa.
      Antítesis
       Emoción: Un poco de enojo y Éxtasis.
       Corriente literaria: Realismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario